PASAN LOS AÑOS, VUELVEN LOS JUGADORES: MARIANO FIERRO

Última entrega de aquellos Xeneizes que volvieron a ponerse la azul y oro en la Liga Nacional, y hablaremos de Mariano Fierro.

En el mundo del básquet, que los jugadores sean moneda de cambio corriente es algo que saben tanto hinchas como clubes y hasta los propios participantes. Con objetivos que implican una alta exigencia en un corto tiempo, son muchos los casos de jugadores que no terminan de integrarse a los clubes que representan en la cancha. La máxima del jugador es que el básquet es, ante todo, su trabajo, y es preciso abordarlo como tal. Son pocos los jugadores que logran superar esa distancia y generar empatía con la hinchada; más aún, es menor la cantidad de jugadores que logran ganarse al público sin la ayuda de títulos colectivos o de distinciones individuales, sólo con su propio juego. En esos casos contados se encuentra el nombre de Mariano Fierro.

Foto: La Liga Contenidos.

Tras pasar por los dos clubes de Corrientes, Fierro llegó para la temporada 2009-10 a un conjunto que pretendía volver a estar en la recta final de la temporada; con un plantel de buenos jugadores y dirigidos por Pablo D’Angelo (quien en la temporada anterior había dirigido a Mariano en Regatas), Boca transcurrió la temporada en lo alto de la tabla en ambas fases, pero un mal cierre en la segunda (perdió 4 de los últimos 6) dejó a Boca empatado con Libertad en el 4° puesto y, por desventaja en resultados, el Xeneize se vio obligado a jugar la reclasificación para entrar a PlayOffs. 

Foto: El Popular.

Lejos de decaer, el plantel logró afianzarse en sí mismo para barrer a Obras primero y luego eliminar 3-1 a Libertad en cuartos de final, con Cedric Moodie y Gabo Mikulas como estandartes en ataque y con Fierro aportando desde la banca como sexto hombre. En semifinales se encontraba Peñarol (quien venía de ser campeón de América y sería el ganador de La Liga), contra el que poco se pudo hacer. Boca fue barrido y Fierro terminaría su primera temporada en el club con un aporte humilde pero confiable (6,7 puntos y 5,7 rebotes).

La temporada 2010-11, por otro lado, fue un gran retroceso luego de lo logrado el torneo anterior. Tras la partida de algunos soportes del plantel, Boca logró apenas un triunfo en 15 partidos, lo que significó el despido de D’Angelo y la llegada de Oscar ‘Huevo’ Sanchez. Sin embargo, el cambio de timón no salvaría a Boca de un récord 14-30 que lo obligaría a jugar por la permanencia. Ante el cambio constante de extranjeros, Fierro tuvo más minutos en cancha y se vio obligado a tomar un rol más protagónico en ataque (10,2 puntos de promedio), además de su habitual aporte en los rebotes. Boca barrería a Argentino de Junín, para finalizar la temporada salvándose del descenso y Mariano Fierro, días después, sería fichado por Peñarol para jugar los PlayOffs ante la lesión de Marcos Mata.

Foto: Prensa Boca.

Seis años después y tras pasar por múltiples equipos, Fierro volvería a Boca para la temporada 2017-18, en lo que sería su segundo paso en el club. En una temporada con más puntos bajos que altos, Boca pasaría la temporada posicionándose de la mitad de tabla para abajo, con la llegada de Guillermo Narvarte para los últimos meses de competencia y finalizando 15° (15-23) con una eliminación rápida y polémica —¿acaso alguien olvida esos segundos finales en el partido 4 en la Bombonerita, con las faltas y las revisiones con video?— en octavos de final ante San Martín (C) en cinco juegos. Los números de Fierro no fueron gran cosa: 6,9 puntos y 6,8 rebotes en 16,6 minutos de promedio y parecía que Narvarte no confiaba lo suficiente en él. Pero su aporte defensivo, su espíritu combativo, su identificación con los colores y algunas actuaciones fundamentales volvieron a colocarlo entre los jugadores en actividad más queridos por el hincha de Boca.